domingo, 7 de septiembre de 2008

DESCUBREN EFECTO GENÉTICO EN CÁNCERES DE CEREBRO Y PÁNCREAS

Los científicos estadounidenses han trazado la cascada de cambios genéticos que transforman las células normales del cerebro y el páncreas en dos de los cánceres más mortíferos. El resultado brinda un nuevo enfoque para combatir los tumores malignos y quizá detectarlos incluso antes.
Los genes causantes del tumor cerebral en un paciente fueron diferentes a los causantes en otro, lo que complicó la genética de esa dolencia.
Pero los investigadores descubrieron además que racimos de genes diferentes se desarrollaron y funcionaron de la misma forma. Así que en lugar de seguir la técnica actual de diseñar fármacos destinados a un solo gen, el objetivo es diseñar todo un conjunto compartido por la mayoría de los pacientes. Es como repartir el correo a un buzón comunal de un callejón sin salida en lugar de repartirlo casa por casa.
Los tres estudios, publicados en las revistas Science y Nature, son un hito en la genética del cáncer.
Pese a 30 años de arduo trabajo, hasta ahora los científicos han descubierto solamente una fracción de las alteraciones genéticas requeridas para causar cualquiera de las 200 enfermedades que colectivamente son llamadas cáncer. Los diferentes tumores requieren cambios genéticos para desarollarse, y para determinar su severidad e incluso qué tratamientos serán efectivos.
Los nuevos mapas no incluyen solamente los genes mutantes. Mencionan también los desaparecidos, los duplicados y los superactivos o los subactivos, en la visión más amplia lograda hasta ahora sobre los tumores humanos.
Los equipos encabezados por la Universidad Johns Hopkins examinaron más de 20.000 genes en tumores extirpados a 24 pacientes de cáncer pancreático y 22 pacientes con el tumor cerebral más peligroso, llamado glioblastoma multiforme. Separadamente, el proyecto Atlas del Genoma del Cáncer _ una red financiada por el gobierno de 18 centros médicos _ analizó 600 genes en glioblastomas de 206 pacientes.
El equipo de Hopkins descubrió centenares de cambios genéticos, incluyendo un gen particular llamado IDH1. El 12% de los pacientes con f glioblastoma, en su mayor parte jóvenes, tenían una versión mutada con mayores expectativas de vida: un promedio de 3,8 años comparado con 1,1 años en los pacientes sin esa mutación.
Si un estudio adicional prueba ese efecto, los médicos podrían utilizar pronto una prueba de IDH1 para determinar la prognosis, dijo el doctor de la Universidad de Hopkins Victor Velculescu, que encabezó el estudio del glioblastoma. De ser así, la próxima incógnita es si ciertos fármacos tienen mayor efectividad en esos pacientes.
El mayor descubrimiento estuvo relacionado con el caos genético del cáncer. No hay tumores idénticos. El cáncer pancreático típico contiene 63 alteraciones genéticas y el tumor cerebral promedio 60, dijeron en la revista Science los investigadores de la Universidad de Hopkins.

fuente: chron.com

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