jueves, 28 de agosto de 2008

CONSEJOS PARA LA HIGIENE BUCAL


Es cierto que la tarea de mantener limpia la boca comienza por el tradicional cepillado de dientes después de cada alimento, pero lo es también una que casi nadie incluye entre los hábitos de la higiene bucal, liberar de impurezas a la lengua.
En ocasiones, esto se logra parcialmente con el uso de enjuagues o fórmulas para combatir algunas bacterias, pero no se trata de algo que se tenga como misión primordial.
Los expertos en la materia dicen que para lograr una correcta higiene bucal, además del cepillado de los dientes es necesario incluir una constante y adecuada limpieza de la lengua. En caso contrario pueden crecer en ella cúmulos bacterianos que forman una capa blanca o amarillenta, que se conoce en términos médicos como saburra, sustancia que causa el mal aliento o halitosis.
Hay que tener en cuenta que la lengua está formada por papilas gustativas en las que hay pequeñas grietas. En ellas, si no se realiza una adecuada higiene, se acumulan residuos de alimentos y bacterias que producen el mal olor.
La saburra ahí formada aumenta con el ayuno y con hábitos como dormir con la boca abierta.
Los odontólogos aseguran que aunque el mal aliento puede tener múltiples causas como problemas respiratorios (sinusitis), digestivos (úlceras gástricas) y metabólicos (diabetes), entre otros, es cierto que 90% de las causas de la halitosis tienen su origen en la boca y que el mal aliento está asociado con los cúmulos de bacterias en la parte posterior del dorso de la lengua. Para realizar una higiene bucal correcta se debe practicar el cepillado de dientes después de cada comida. Se debe utilizar un cepillo dental de mango recto y cabeza con cerdas suaves de puntas redondeadas, con la finalidad de no dañar la superficie dental ni la encía. El cepillado debe hacerse con suavidad, siempre en una misma dirección que es de la encía al diente; en el movimiento no debe presionarse con la fuerza del antebrazo, sino con la muñeca.
De la misma forma se debe limpiar la lengua y la palatina (parte de atrás de los dientes) siempre haciéndolo de adentro hacia fuera.
Para cepillar las muelas se debe aplicar una técnica diferente: primero con un movimiento de adelante hacia atrás y posteriormente con movimientos circulares.
El hilo dental es un complemento obligatorio para obtener una buena limpieza dental, ya que permite retirar los restos de comida que quedan alojados en los espacios interdentales; y se debe acostumbrar a los niños, a partir de los ocho años, a utilizarlo antes del cepillado dental.
Ante cualquier duda no hay que dejar de consultar al odontólogo de confianza.

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