-El estrés
Es considerado una epidemia global por la Organización Mundial de la Salud y aparece como la primera causa de ausentismo y disminución de la productividad. Según un estudio de la consultora Dale Carnegie, la mitad de los argentinos lo sufre ¿Las razones más comunes? “Ser presionado sin sentido” y la “mala onda que hay en la oficina”.
-El “ojo seco”
De acuerdo con una encuesta, el 67% de los trabajadores padece el “síndrome del ojo seco”: al mirar una pantalla mucho tiempo, el parpadeo disminuye, generando molestias transitorias que pueden tornarse patologías crónicas. ¿Consejos? Instalar un protector de pantalla y desviar los ojos en forma esporádica, fijándolos en una superficie alejada.
-Los vicios posturales
Ocho de cada diez empleados sufren contracturas en algún momento de su vida. Por ejemplo: tener la silla a una altura inadecuada, recostarse en ella o sentarse sobre una pierna.
-El mobbing
El mobbing es el acoso psicológico que un jefe ejerce sistemáticamente sobre su subordinado. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 38% de los trabajadores en todo el mundo ha sufrido mobbing. Para la compañía, significa daños a la reputación corporativa, gastos por pérdida de eficiencia y litigios con la justicia.
-Gripe
Uno de cada cinco empleados padece gripe al menos una vez al año; su productividad disminuye por dos semanas y pierde entre tres y cinco días laborales. Un mal menor si se recuerda que, en la oficina, las fuentes de contagio son infinitas, y los empleados que van a trabajar engripados les cuestan a las compañías 7 veces más que el ausentismo, según la farmacéutica AdvancePCS.
-El agotamiento profesional
El burn out o “síndrome de agotamiento profesional” es una sensación de cansancio general y desgaste emocional que lleva a la pérdida de la autoestima laboral. Aparece cuando el trabajo supera las ochos horas y si el salario es malo; además las mujeres tienen más probabilidades de padecerlo, sobre todo si ejercen profesiones técnicas.
-El síndrome mouse
El uso de la computadora durante jornadas prolongadas suele provocar molestias en la muñeca y el codo, que a largo plazo pueden derivar en tendinitis. En los últimos 10 años, se ha triplicado el llamado “síndrome del mouse”, pero puede evitarse con el uso de teclados y mouses ergonómicos y realizando rotaciones frecuentes de muñeca.
-Viaje de trabajo
Los viajes de negocios frecuentes (seis o más por año, con una duración mínima de tres días cada uno) pueden causar trastornos en la alimentación y el sueño, afecciones psicosomáticas y problemas respiratorios. Además, sus efectos no terminan al regresar: muchos ejecutivos presentan resacas con síntomas como bajo rendimiento, ausentismo y dificultad para readaptarse a la vida familiar.
-Cefaleas
Un empleado pierde entre uno y cuatro días laborales al año por cefaleas. Existen más de 150 tipos distintos, aunque el más habitual es la migraña que afecta a un 16% de las mujeres y al 7% de los hombres. Realizar actividad física, regularizar el sueño y suspender el cigarrillo son algunas medidas clave para prevenirla.
-La adicción al trabajo
Quien dedica más de 12 horas al trabajo, deposita su autoestima sólo en los logros laborales y deja en un segundo plano su vida personal es un adicto al trabajo o workaholic. Se calcula que la adicción al trabajo afecta a más de 20% de la población trabajadora mundial, en su mayoría profesionales varones de entre 35 a 40 años que desempeñan altos cargos.
Es considerado una epidemia global por la Organización Mundial de la Salud y aparece como la primera causa de ausentismo y disminución de la productividad. Según un estudio de la consultora Dale Carnegie, la mitad de los argentinos lo sufre ¿Las razones más comunes? “Ser presionado sin sentido” y la “mala onda que hay en la oficina”.
-El “ojo seco”
De acuerdo con una encuesta, el 67% de los trabajadores padece el “síndrome del ojo seco”: al mirar una pantalla mucho tiempo, el parpadeo disminuye, generando molestias transitorias que pueden tornarse patologías crónicas. ¿Consejos? Instalar un protector de pantalla y desviar los ojos en forma esporádica, fijándolos en una superficie alejada.
-Los vicios posturales
Ocho de cada diez empleados sufren contracturas en algún momento de su vida. Por ejemplo: tener la silla a una altura inadecuada, recostarse en ella o sentarse sobre una pierna.
-El mobbing
El mobbing es el acoso psicológico que un jefe ejerce sistemáticamente sobre su subordinado. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 38% de los trabajadores en todo el mundo ha sufrido mobbing. Para la compañía, significa daños a la reputación corporativa, gastos por pérdida de eficiencia y litigios con la justicia.
-Gripe
Uno de cada cinco empleados padece gripe al menos una vez al año; su productividad disminuye por dos semanas y pierde entre tres y cinco días laborales. Un mal menor si se recuerda que, en la oficina, las fuentes de contagio son infinitas, y los empleados que van a trabajar engripados les cuestan a las compañías 7 veces más que el ausentismo, según la farmacéutica AdvancePCS.
-El agotamiento profesional
El burn out o “síndrome de agotamiento profesional” es una sensación de cansancio general y desgaste emocional que lleva a la pérdida de la autoestima laboral. Aparece cuando el trabajo supera las ochos horas y si el salario es malo; además las mujeres tienen más probabilidades de padecerlo, sobre todo si ejercen profesiones técnicas.
-El síndrome mouse
El uso de la computadora durante jornadas prolongadas suele provocar molestias en la muñeca y el codo, que a largo plazo pueden derivar en tendinitis. En los últimos 10 años, se ha triplicado el llamado “síndrome del mouse”, pero puede evitarse con el uso de teclados y mouses ergonómicos y realizando rotaciones frecuentes de muñeca.
-Viaje de trabajo
Los viajes de negocios frecuentes (seis o más por año, con una duración mínima de tres días cada uno) pueden causar trastornos en la alimentación y el sueño, afecciones psicosomáticas y problemas respiratorios. Además, sus efectos no terminan al regresar: muchos ejecutivos presentan resacas con síntomas como bajo rendimiento, ausentismo y dificultad para readaptarse a la vida familiar.
-Cefaleas
Un empleado pierde entre uno y cuatro días laborales al año por cefaleas. Existen más de 150 tipos distintos, aunque el más habitual es la migraña que afecta a un 16% de las mujeres y al 7% de los hombres. Realizar actividad física, regularizar el sueño y suspender el cigarrillo son algunas medidas clave para prevenirla.
-La adicción al trabajo
Quien dedica más de 12 horas al trabajo, deposita su autoestima sólo en los logros laborales y deja en un segundo plano su vida personal es un adicto al trabajo o workaholic. Se calcula que la adicción al trabajo afecta a más de 20% de la población trabajadora mundial, en su mayoría profesionales varones de entre 35 a 40 años que desempeñan altos cargos.
fuente: revista "Apertura"
No hay comentarios:
Publicar un comentario